SOBRE ANA DE MENDOZA ( LA PRINCESA DE EBOLI )

Hugo Silva y Belén Rueda protagonizan 'La princesa de Éboli'.

Bella, intrigante, poderosa y pasional. Así es el nuevo personaje al que da vida Belén Rueda en 'La princesa de Éboli' (Antena 3) y la actriz ha contado a Qué.es cómo ha sido meterse en la piel de esta princesa tuerta. En la ficción, comparte protagonismo (y más de una escena muy pasional) con el guapo Hugo Silva.
¿Cómo es Ana de Mendoza, la princesa de Éboli?Es apasionante. Es un personaje sobre el que no se ha hablado demasiado y sin embargo está en una época de España, el Siglo de Oro, durante el reinado de Felipe II. Es una mujer guerrera que interesó sobre todo a historiadores mujeres. Es una mujer adelantada a su tiempo. Hace las cosas que quiere, pero sin que lo parezca. Al final no tiene muy buen final... pero bueno.
¿Se podría decir que se acercó al feminismo?En aquella época no existía el feminismo. Sólo un detalle: cuando se escribió el guión, después tuvimos muchas charlas con la directora y con historiadores, y ciertas expresiones eran demasiado modernas. Por ejemplo, cuando me enfrento al rey y le digo: "No tengo ni padre, ni hermanos, ni nadie a quien rendir cuentas. Soy una mujer libre". Y los historiadores nos dijeron que en esa época ninguna mujer diría que era libre. Lo interpretamos así pero desde el punto de vista del siglo XXI. En el XVI, ella era muy especial porque entonces las mujeres no se metían en política, no estaban educadas en las artes a no ser que se dedicaran a eso. La princesa había estado mucho tiempo en Italia y tenía una gran cultura en arte, literatura...
Era guerrera hasta el punto de enfrentarse al rey Felipe II.Yo cuando preparaba el personaje en casa y pensaba en cómo sería la princesa, estaba segura de que ella le decía al rey Felipe II lo que tenía que hacer. De hecho Felipe II, que siempre nos ha llegado como un hombre muy distante (de hecho obligaba a la gente a estar a dos metros de él), había personas a las que les permitía ciertas licencias, y entre ellas estaba la princesa por su forma de ser. Él la llamaba 'la hembra', por su fuerza natural brutal. Era muy atractiva. Tenía muchísimos títulos y hasta soñó con ser reina cuando era pequeña.
¿Era malvada o sólo intrigante?No es mala. Pero depende de la visión que le queramos dar. En la serie se ha conseguido algo muy bueno para nosotros y nuestros hijos. Cuando tienes 12 años y te pones delante de un libro de Historia dices "vaya petardo", y sin embargo con esta serie se humaniza a los personajes históricos, ellos amaban, tenían celos, intrigaban... Es como bajarles a la tierra, mirar por una cerradura. Tienen sus miserias y sus grandezas independientemente de lo que significaron para la historia.
¿Qué es lo que más te ha llegado de meterse en su piel?Lo que más admiro es que era muy poderosa por sus títulos. Había sido educada de una determinada manera. Por ejemplo, la altivez o mirar a los demás por encima del hombro (eso me ha costado un montón, por cierto), pero no lo hacía por maldad, sino por educación. Ella convertía los problemas en algo favorable para ella. Por ejemplo, lo del ojo, otra mujer se hubiera encerrado pensando que no podía participar en la corte donde la belleza de la mujer era muy importante. Ella lo convierte en una virtud.
Era muy bella, ¿usaba su belleza para conseguir poder?.Tenía una belleza muy distinta a la de la época, era muy flaca y entonces se llevaban las mujeres redondas, había parido 10 hijos!. Era una mujer con mucho carácter. Se casó, tuvo 10 hijos, se queda viuda, tiene un amante, se enfrenta al rey diciéndole que por qué no podía tener amantes si su marido estaba muerto. De alguna manera defendía lo que ella era, como mujer y como noble. No huye.
¿Por qué llevas el parche en el otro ojo y no el que ella lo llevaba realmente?El parche al otro lado de donde lo llevaba ella en realidad. Yo tenía que hacer varias cosas que necesitaban habilidad, como un combate de esgrima y descubrí que veo mejor por un ojo que por otro... entonces tuvimos que ponerlo en ese ojo. Tuve que practicar mucho con la espada... ¡y encima con un solo ojo! (risas).
¿Y cómo es convertirse en amante de Hugo Silva (Antonio Pérez)?No, perdona, ¡Antonio Pérez se convierte en su amante! (risas). Ha sido una gozada trabajar con Hugo porque no estoy acostumbrada a secuencias de amor. Y si no tienes delante a alguien que esté contigo de verdad, lo pasas fatal. Había que darle un puntito especial porque su relación era muy pasional, hacen barbaridades por esa pasión y por su ambición. Entre ellos saltan chispas.
Vuelves a la tele después del exitazo de 'Los Serrano'...No es que no quiera volver a la televisión, pero me han ido ofreciendo proyectos en cine que requiere tiempos distintos, promoción. Pero a mí la tele me encanta. Mucho de lo que sé lo he aprendido en la tele. Y más en este nuevo camino de series de dos o tres capítulos, que empiezan y acaban. Se ha abierto un mundo de mucha calidad y con unos guiones muy buenos.
¿Lo de las series largas entonces ya no es para ti?No soy supersticiosa. Había una serie de largo recorrido, 'Soldados', a la que había dicho que sí y me hacía mucha ilusión. Depende del proyecto. También hay veces que por casualidad, estás viviendo un momento de éxito, que sé que dura un ratito, y a lo mejor estás haciendo algo cuando te ofrecen algo que te gusta. Entre 'Los Serrano' y 'La princesa de Éboli' me llegaron varias ofertas para tele, pero tenía proyectos de cine. Y también algo de teatro... pero ¡tengo hijas! (risas).
¿Hay mucha presión por la audiencia o es menor en este tipo de series?Es cine pero con el presupuesto de televisión. No sé si tengo más presión. Realmente, si al tercer capítulo no hay buena audiencia... te cortan la cabeza. La espada de Damocles en la tele está siempre encima, sea una serie de largo recorrido o una miniserie. Lo que pasa es que cuando cuentas una historia y sabes cuando empieza y cuando acaba, puedes concentrar lo que pasa de una manera más emocionante.
( PUBLICADO EN EL DIARIO QUE )